Autora: Emilia Hermosa
El Ministerio de Ambiente y Ecología de la República Popular China (MAE) publicó en su portal un fuerte llamado de atención a China Minmetals Corp. (CMC), la principal minera de metales diversificados de ese país, y que también opera en América, África y Oceanía. En el reporte, el MAE denuncia diversos problemas suscitados en China, y entre los más preocupantes está la carencia de supervisión y control adecuados de sus subcontratistas, a las cuales se acusa de incumplir con estándares, cometer delitos ambientales, manipular información, ocultar evidencia de violaciones ambientales, entregar información falsa a los entes reguladores, no acatar las observaciones realizadas ni corregir las faltas ambientales pendientes.
La publicación de un reporte detallado abierto al público, comunicando las malas prácticas de una empresa estatal china no es una práctica común, y desde nuestro punto de vista, es un indicativo de que el MAE está buscando un cambio sustancial de parte de CMC. Pues, un tema central que se destaca en el reporte, es que no es suficiente con que CMC cuente con planes y políticas ambientales sino que los implemente y rinda cuentas sobre ello. El MAE reprende y califica de “inaceptable” la poca importancia que da CMC al desempeño ambiental en sus evaluaciones de rendimiento y le da el plazo de un mes a la empresa para rendir cuentas sobre el proceder de sus subsidiarias y para tomar acciones correctivas de los problemas de fondo.
El “jalón de orejas” del MAE a CMC en relación a sus operaciones dentro de China nos lleva a preguntarnos: ¿Podría el MAE mejorar la supervisión de las empresas chinas fuera de China? ¿podríamos esperar visitas de evaluación y debida diligencia del MAE a proyectos como Las Bambas en Perú? ¿podrían los ministerios de ambiente en China y en los países latinoamericanos colaborar más estrechamente para asegurar un buen desempeño de las empresas chinas?
Desde IISCAL alentamos la colaboración entre reguladores chinos y latinoamericanos. El proyecto Las Bambas, podría ser una primera experiencia piloto; pues como es conocido, la empresa que allí opera es Minerals and Metals Group (MMG), subsidiaria de CMC. CMC ha sido ampliamente cuestionada en Perú por algunas situaciones similares a las acontecidas en China, y por otras diferentes ya que los marcos regulatorios ambientales de ambos países son distintos. Lo que queda claro, tanto en China como en Perú, es que CMC no ha llegado al punto de poder actuar con responsabilidad ambiental y social por sí sola, sino que requiere de la supervisión exhaustiva de los reguladores ambientales a fin de realizar cambios profundos en su cultura y gestión empresarial.