Organizaciones de la sociedad civil de América Latina inician acercamiento con el BAII a medida que el banco está planificando financiar ‘infraestructura para el mañana’ en la región

Organizaciones de la sociedad civil de América Latina inician acercamiento con el BAII a medida que el banco está planificando financiar ‘infraestructura para el mañana’ en la región

SEPTIEMBRE-16-2021

Representantes de catorce organizaciones de la sociedad civil (OSC) de América Latina se reunieron con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) por primera vez el 18 de agosto. A medida que el banco explora la posibilidad de invertir en proyectos de infraestructura en la región, ambas partes tienen interés de iniciar un diálogo.

El BAII fue fundado en 2016 con un capital inicial de USD 100 mil millones. Al momento, el banco ha aprobado USD 26,45 mil millones en préstamos para 134 proyectos. La creación de este banco de desarrollo multilateral destaca el surgimiento de China como un nuevo líder global. China, tuvo la iniciativa de crear el banco y alberga su sede, además ha realizado el 30,8% de las contribuciones de capital y tiene, por mucho, el mayor poder de voto. India, el segundo mayor accionista (de los 103 países miembros del banco) y tiene solo el 8,64% de las contribuciones de capital. Dicho esto, el BAII ha dejado claro que el banco no es parte de la estrategia de desarrollo de infraestructura global más amplia de China conocida como la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

El BAII solo financia proyectos para países que son miembros plenos del banco. Por lo tanto, la inclusión de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Uruguay como miembros plenos del BAII muestra la importancia que va cobrando el banco en la región. Bolivia, Perú y Venezuela todavía están en la categoría de miembros “prospectivos” hasta que hagan sus contribuciones monetarias para convertirse en miembros plenos. En 2020, el BAII emitió su primer préstamo a un país latinoamericano. Este préstamo de 50 millones de dólares a Ecuador para el alivio de COVID-19 es un caso particular, bajo la Facilidad de Recuperación de Crisis COVID-19 del BAII, (un fondo especial del banco para ayudar a sus miembros a aliviar las presiones de la crisis sanitaria global). El BAII ha actuado como co-financiador de muchos proyectos y es parte del ‘Global Infrastructure Partners Emerging Markets Fund’ [Fondo de Mercados Emergentes de Socios de Infraestructura Global] que invertirá en proyectos de infraestructura en varios países, incluyendo a Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.

Muchos líderes gubernamentales en América Latina han declarado que impulsar el desarrollo de infraestructura será clave en la recuperación de las crisis económicas resultantes de la pandemia de la COVID-19 en curso. El BAII está posicionado para actuar en este sentido y, por lo tanto, es importante comprender cómo su participación en la región podría afectar las estrategias de desarrollo de infraestructura y tecnología, así como los temas más amplios de la crisis climática, los impactos en la biodiversidad y los derechos de las comunidades locales.

El BAII, como sugiere su nombre, atiende a las necesidades de infraestructura de Asia. Los proyectos fuera de esta área geográfica, incluso en América Latina y el Caribe (ALC), deben apoyar el comercio y la conectividad con Asia (un puerto o proyecto de transporte) o invertir en bienes públicos globales (es decir, un proyecto de energía renovable que tendría impacto en el clima global).

Esta primera reunión entre OSC latinoamericanas y funcionarios del banco fue organizada conjuntamente por el BAII y Latinoamérica Sustentable (LAS) junto con la Confederación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana, Amazon Watch, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables, BRICS Policy Center, Sustentarse. Asistieron a la reunión catorce OSC de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, México y Perú. Durante la reunión, el BAII compartió información detallada sobre sus métodos de operación y reiteró su interés en construir no solo puentes físicamente, sino también tender puentes con la sociedad civil de ALC. Mientras que las OSC expresaron sus preocupaciones en relación a los procesos de difusión de información; los procesos de consulta y los impactos de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad en la región. Muchas OSC de ALC están familiarizadas con los financistas tradicionales que operan en la región, así como también con proyectos financiados por bancos chinos, a propósito de los cuales no existen oportunidades de comunicación con los miembros de la sociedad civil. Durante la reunión, el BAII tuvo mucho interés en transmitir su compromiso con integridad, transparencia y su compromiso de dialogar y abordar las preocupaciones de las comunidades locales y de la sociedad civil. Si el Banco realmente puede actuar de esa manera, tiene el potencial de abrir un intercambio incremental y constructivo donde participan financistas de todo el mundo, incluídos financistas chinos.

El BAII dice que financia la “infraestructura para el mañana” (i4t, por sus siglas en inglés) del mundo. La sociedad civil de ALC continuará trabajando para asegurar que el BAII solo financie i4t que sea justa, sostenible y respete los derechos de la naturaleza y los derechos colectivos de las comunidades locales y los pueblos indígenas.

Stephanie Jensen Cormier y Kiara Guerra                                                                                                                                                      Latinoamérica Sustentable

Imágen tomada de la página web de BAII