El lanzamiento del reporte sobre el Banco de Desarrollo de China

El lanzamiento del reporte sobre el Banco de Desarrollo de China

NOVIEMBRE-29-2021

Latinoamérica Sustentable (LAS) acaba de publicar el reporte titulado “Banco de Desarrollo de China: financiamiento, gobernanza y desafíos socio-ambientales para América Latina y el Caribe” en el que analiza la relevancia del Banco de Desarrollo de China (BDC) para China, su influencia en América Latina y el Caribe (ALC) y su gobernanza ambiental y social.

El BDC es el banco de desarrollo más grande del mundo, uno de los más importantes financistas de proyectos extractivos y de infraestructura a nivel global, y un instrumento clave para plasmar las políticas de desarrollo chinas en el extranjero, como por ejemplo la política de “China Going Out” y la Iniciativa la Franja y la Ruta. Para el año 2016, el balance de los préstamos en el extranjero del BDC alcanzó un valor de USD 328.5 mil millones, representando más del 30% de los saldos de préstamos en el exterior de todas las instituciones financieras de China.

Específicamente en ALC, el BDC ha financiado más de 200 proyectos en 18 países latinoamericanos, entre los cuales se encuentran proyectos de gran escala como por ejemplo los proyectos mineros Las Bambas en Perú y Mirador en Ecuador, y el Complejo Hidroeléctrico del Río Santa Cruz en Argentina. Algunos de ellos están ubicados dentro o cerca de áreas ecológicamente sensibles y en territorios indígenas. Una gran parte de los préstamos soberanos del BDC en Venezuela, Ecuador y Brasil (países que representan el 85% de su cartera crediticia) son pagados con el ingreso de la venta de petróleo. Por una parte, esto ha generado muchos debates y preocupaciones respecto a los impactos socio-ambientales, y por otra en la sostenibilidad de la deuda y una mayor dependencia en los recursos naturales por parte de los países prestatarios.

A pesar de la gran escala y alcance de sus negocios en ALC, el BDC es relativamente desconocido en la región, debido en parte a que el Banco publica poca información acerca de sus préstamos y estándares. A su vez, es casi imposible contactarse con sus oficinas en Río de Janeiro y Caracas, o sus oficinas centrales en China. En el transcurrir de la investigación, el equipo de trabajo en LAS ha intentado varias veces contactar al banco para pedir entrevistas, comentarios y retroalimentación, pero desafortunadamente no hubo ninguna respuesta por parte del Banco hasta la fecha.

El propósito de este reporte es abordar algunas de las inquietudes fundamentales respecto al modus operandi del Banco y su gobernanza ambiental y social. En este nuevo informe, LAS encontró que los instrumentos de evaluación ambiental y social del BDC están por detrás de los de otras instituciones financieras internacionales que manejan carteras de proyectos similares. Por ejemplo, el BDC no cuenta con un documento público que explique sus políticas, ambientales y sociales, los procedimientos para su implementación, o la estructura interna del Banco y sus responsabilidades administrativas. El Banco tampoco cuenta con un departamento o equipo para manejar evaluaciones ambientales y sociales, y las quejas asociadas a los impactos negativos. Desde LAS creemos que adoptar estos instrumentos es un paso importante hacia una mejor gobernanza y mitigación de los impactos de los préstamos. Reconocemos que otras instituciones financieras han logrado grandes avances en la mejora de la aplicación y la eficacia de estos instrumentos, pero también hay un margen para mejoras considerables.

Además, en base a la revisión de siete contratos de préstamo examinados en nuestra investigación, encontramos que ningún contrato señala que el BDC tiene la obligación de monitorear el uso de los préstamos; y ninguno de los contratos incluye información respecto a los criterios sociales y ambientales, requerimientos o directrices del BDC que se aplican al uso de sus préstamos. Tanto en el caso del Complejo Hidroeléctrico del rio Santa Cruz como en el de la Central Eólica Villonaco I en Ecuador, el BDC continuó desembolsando fondos a pesar de que se produjeron una serie incumplimientos o irregularidades frente a las leyes nacionales, aunque los contratos tienen cláusulas que indican que los prestamistas pueden ejecutar los desembolsos cuando no existen contravenciones a las leyes o decisiones legales pendientes que pudieran tener un efecto sobre el proyecto y su continuidad.

Con una preocupación latente frente a los impactos reales y potenciales asociados a los préstamos del BDC, recomendamos al Banco establecer salvaguardas ambientales y sociales obligatorias; un mecanismo dedicado a atender las preocupaciones de comunidades afectadas por los proyectos; y provisiones ambientales, sociales, de transparencia y anticorrupción en los contratos de préstamo. Además, LAS insta al BDC a no financiar proyectos en áreas ecológicamente vulnerables o proyectos que no cuenten con el consentimiento libre, informado y previo de los pueblos indígenas. Además, esperamos que el BDC considere participar en canjes de deuda por naturaleza y por acciones de alivio a la crisis climática, para apoyar una recuperación verde luego de los estragos ocasionados por la pandemia del COVID-19.

Siran Huang

Latinoamérica Sustentable